El Breogán buscará el domingo en Madrid un triunfo que le permitiría salir de la zona de descenso con aún siete partidos por
No será definitivo, porque aún restarán siete jornadas para el final de la fase regular, pero el encuentro que disputarán el domingo (19.30 horas) en el WiZink Center de Madrid el Movistar Estudiantes y el Cafés Candelas Breogán va a determinar en gran medida las posibilidades de permanencia de ambos conjuntos.
Desde la óptica del equipo lucense no hay duda de que el duelo ante el conjunto colegial es más que un partido o, dicho de otra forma, ganar sería más que una victoria.
En primer lugar porque un resultado positivo permitiría a los jugadores de Tito Díaz abandonar la posición de descenso en detrimento de su próximo rival -con el que igualaría en el número de triunfos- o en su caso, del Murcia si éste no gana en Tenerife, ya que se quedaría con una victoria menos que lucenses y madrileños.
Pero la victoria en el WiZink Center tendría otra consecuencia importante y muy positiva para los breoganistas. Se le ganarían los dos encuentros al Estudiantes, lo que implica no solo superarle en el average sino que también permitiría que en triples empates con Estudiantes y Murcia o Estudiantes y Fuenlabrada sería el equipo lucense el beneficiado de esos desempates. Y, como está dicho, no es cosa menor si se considera que hasta ahora el Breogán ha cedido el average con todos los rivales directos.
El Cafés Candelas Breogán llega a este encuentro después de perder ante el Barça Lassa, pero ofreciendo una aceptable imagen y con el recuerdo reciente del triunfo en su última salida a la cancha del Divina Seguros Joventut. Además, el conjunto lucense se ha reforzado con la llegada de dos jugadores, Ray McCallum y Daniel Ochefu, llamados a tener un papel relevante en el equipo.
CUATRO DERROTAS. El Estudiantes, sin embargo, acumula cuatro derrotas consecutivas, especialmente dolorosa la última. El conjunto madrileño dejó escapar un partido que tenía prácticamente controlado en el descanso (31-53) pero que perdió (93-92) en la cancha del último clasificado, el Delteco Gipuzkoa. Sin duda un golpe anímico importante.
Además, los refuerzos del conjunto que dirige Josep María Berrocal -Shayne Whittington, Fotios Lampropoulos y Alessandro Gentile- llegaron hace tiempo, pero el alero italiano está de baja a causa de una lesión en un hombro. Esta ausencia es importante para los madrileños porque Gentile era el segundo máximo anotador del equipo -y tercero de la Liga- con casi 15 puntos de media.
Para paliar esta baja, el Estudiantes se hizo con los servicios del alero congoleño Junior Etou, que debutó ante el Delteco.
La trayectoria del Estudiantes, si se atiende a la calidad de su plantilla, es totalmente inesperada. Y más si se considera que tiene en sus filas al segundo y tercero mejores anotadores de la Liga -Darío Brizuela (15,4 puntos por partido) y Alessandro Gentile (14,7)-, al mejor reboteador de la competición (Caner-Medley) y al segundo jugador que más asistencias reparte (Omar Cook). En cuanto a la anotación, además de los dos citados anteriormente, cuenta con otros dos jugadores, Gian Clavell y Whittington, que están en una media de 13 puntos. Ningún jugador del Breogán, salvo McCallum, alcanza los once puntos por encuentro.