Estos galardones, que promueven las biotecnológicas gallegas AMSlab y Mestrelab en colaboración con la Universidad, buscan fomentar el talento entre las nuevas generaciones de químicos gallegos
La baleirense Lara Domínguez Chantres, de O Cádavo, es una de los seis alumnos de Química de la USC distinguidos este viernes con uno de los premios Chemists for our Future, que en su II edición reconocen de nuevo los mejores expedientes de los alumnos que empiezan y acaban sus estudios en esa facultad. Impulsados por las empresas biotecnológicas AMSlab, con sede en Lugo, y Mestrelab Research, ubicada en Compostela, dichos galardones cuentan con dos categorías y tres premios por cada una.
En la primera de ellas, la de Inicio de Estudios de Grado de Química, el primer premio, que consiste en 2.000 euros, fue para Lara Troncoso Afonso, de Sanxenxo. En esta misma categoría, los dos accésits, dotados de mil euros cada uno, fueron para Ana Fernández Díaz, de Ourense y Lara Domínguez Chantres, de Baleira.
Estos premios pretenden servir de “incentivo” para los jóvenes que eligen la Química como profesión de futuro
En cuanto al segundo apartado, el de Fin de Estudios de Grado en Química, la máxima consideración —también merecedora de 2.000 euros— la recibió Noa Varela Domínguez, de A Pobra do Caramiñal. Y los accésits de mil euros cada uno fueron para Ricardo Rodiño Balboa, de Sanxenxo; y para Daniel Marco Atanes, de Vigo.
Los fundadores de las dos compañías que promueven la iniciativa, Manuel Lolo (AMSLab) y Carlos Cobas (Mestrelab Research) también cursaron sus estudios en la Facultad de Química de Compostela y con estos premios pretenden motivar a los jóvenes estudiantes. La decana de la Facultad de Química de la USC, Pilar Bermejo Barrera, les agradeció en el acto su apuesta por unos estudios con los que, a su juicio, “se puede llegar lejos”. “La carrera de Química ofrece muchas salidas”, añadió.
Por su parte, Manuel Lolo aseguró que estos premios impulsados por la compañía lucense —socia de Bioga— y por Mestrelab pretenden reconocer “el esfuerzo” y servir de “incentivo” para los jóvenes que eligen la Química como profesión de futuro.