Becerreá vivió el viernes el arranque por todo lo alto de sus patronales. Primero con el chupinazo, que avisaba que el San Xoán ya había llegado, y luego con el pregón cargado de las anécdotas que guarda Xesús Bermúdez Tellado de su niñez y juventud.

De los tres a los 26 años, el poeta nacido en Betanzos residió en Becerreá, frente a la iglesia, y una pequeña parte de esas vivencias son las que nutrieron su intervención. Así, habló de lo que el corazón de Os Ancares significó para él y recordó los docentes que le marcaron, como “don José Vilares, o primeiro profe que tiven na EXB”, relató Xesús, “morreu cando eu tiña nove anos, empeñeime en ir ao velorio e despois pasei toda a noite sen durmir”.

El pregonero también recordó su paso por el instituto de Becerreá, el lugar en el que palpó “un ambiente de máis liberdade”, y el tiempo que duró su formación universitaria, en la que tampoco cortó lazos con su tierra de adopción y sus amistades, muchas de las cuales aún conserva. Así mismo, el lingüista no perdió la oportunidad de relatar alguna anécdota, como “cando meus pais e o profesor don José decidiron poñer nos recordatorios da miña comuñón Susito Bermúdez Tellado, en lugar de Jesús”, nombre con el que “aínda me coñecen moitos” y efeméride que, precisamente, celebra justo este sábado, “50 años”.