El biólogo y coordinador de proyectos de la Fundación Oso Pardo, Fernando Ballesteros, considera que la presencia del oso pardo en las montañas de Os Ancares y O Courel es “permanente y constante”, por lo que cree que avistamientos como los que este pasado sábado grabaron varios excursionistas del club Acrivro en una ruta a Corno Maldito, en Cervantes, “son muy bonitos pero, cada vez menos excepcionales”.
Este experto defiende que el oso nunca llegó a dejar totalmente las montañas ancaresas, en donde siempre se mantuvo una cierta población de este mamífero, “incluso en las épocas más complicadas, a finales del siglo pasado”.
Los avistamientos, que ahora se producen con una cierta mayor frecuencia, se deben, según él, a una mayor “expansión” de la especie, lo que hace que su presencia “ya no sea esporádica”.
Ballesteros reconoce que, en todo caso, “es difícil precisar el número de ejemplares que puede haber en territorio lucense. Explica que Os Ancares es una “zona muy amplia” y que los machos jóvenes se desplazan continuamente de un lado a otro, “por lo que cambian continuamente a tierras de León o Asturias, porque no entienden de fronteras”.
Esta mayor expansión de oso también llega a la zona de O Courel, donde este experto dice que hay una población relativamente estable, “aunque de momento en esta zona solo se ha podido constatar la presencia de machos, ya que las hembras no se dispersan tan rápidamente por el territorio”.
No ocurre lo mismo en Os Ancares donde, según las muestras genéticas realizadas, “se detectaron unos diez ejemplares diferentes de machos y al menos dos hembras“, asegura Fernando Ballesteros que, no obstante, aclara que esta cifra “posiblemente no tenga nada que ver con el número que realmente hay de población”.
Este representante de la Fundación Oso Pardo también señala que la presencia de hembras tampoco asegura que sean reproductoras, aunque confirma que la población de osos en Galicia continúa creciendo, “incluso hacia Ourense, donde ya hay datos que así lo indican”.
Y es que además de los posibles avistamientos de ejemplares por parte de vecinos o excursionistas de estas zonas, uno de las señales indudables que indican de la presencia de un oso son los ataques a colmenas. Desde la Fundación Oso Pardo señalan que, precisamente, el reto para que la población de plantígrados se consolide es buscar fórmulas que eviten conflictos entre el animal y los humanos.
Fernando Ballesteros considera, precisamente, que el principal conflicto que genera el oso está relacionado con el ataque a colmenas, “que se pueden evitar fácilmente con los medios adecuados”, mientras que señala que los ataques a ganado son algo “rarísimo”, como también lo son las agresiones a humanos. Por todo ello, este experto pide más campañas de información para saber cómo actuar en zonas oseras.
Fuente: https://www.elprogreso.es/articulo/a-montana/expertos-consideran-constante-poblacion-osos-ancares/202205241230211579004.html