El incendio que este miércoles calcinó una casa en Pena da Nogueira, en el municipio de Negueira de Muñiz, avivó la polémica sobre la falta de servicios de emergencia de la comarca de A Montaña.

El hecho de que fuese el parque de bomberos de Barreiros el movilizado por el 112 tras recibirla alerta es significativo de esa carencia, pues el tiempo del desplazamiento desde allí es de casi dos horas, a pesar de ser el más cercano al lugar, lo que queda muy lejos de esa media hora en recibir atención a partir de la cual el territorio se considera “zona de sombra”.

El incidente también desató la polémica acerca del desmantelamiento del Grupo de Emerxencias Supramunicipais (GES) de A Fonsagrada hace tres años, que este miércoles la delegación territorial de la Xunta de Galicia en Lugo recriminó al alcalde en funciones del municipio, Argelio Queipo, y también al regidor de Negueira, José Manuel Braña, por no oponerse a esa eliminación del servicio,

FALTA DE COORDINACIÓN. La falta de coordinación también se dejó notar. Según indican fuentes del dispositivo de Barreiros, cuando ya estaban a la altura de Os Oscos, una llamada les transmitió que el incendio se declaraba extinto por parte de los bomberos de Asturias, que habían llegado antes a la zona. Recibida esta llamada, regresaron a Barreiros, y de nuevo al llegar les indicaron que tenían que volver a Negueira, pues el fuego se había reavivado y los bomberos de Asturias esperaban su relevo, que llegó a las 1.30 horas.

RESPUESTA DE ASTURIAS. Como contraste, los servicios de emergencia asturianos respondieron a la alerta, dada por el hijo del propietario a las 18.45, en 45 minutos. Según fuentes del operativo asturiano, a la zona se desplazaron cuatro efectivos con una autobomba forestal desde el parque auxiliar de bomberos de Grandas de Salime, tres fectivos con una autobomba forestal desde el parque auxiliar de bomberos de Ibias, dos efectivos desde Cangas de Narcea y un helicóptero desde el parque central de bomberos de La Morgal (Llanera) para trasladar con rapidez tres efectivos al lugar y comprobar que no se hubiese propagado el fuego.

Sin embargo, cuando llegaron los primeros efectivos, la casa ya estaba calcinada. Al ser de madera, las llamas se extendieron rápido, alcanzando el tejado. Sus ocupantes pudieron sacar los animales y algunas cosas de valor, pero la gran parte de sus bienes ardió con ella. Afortunadamente ninguno sufrió daños, y disponen de otra casa cercana donde vivir.