El religioso, que atendió durante cuatro años el santuario, está acusado de propasarse con una menor y con un joven con discapacidad intelectual y de fotografiarla a ella desnuda
El fraile que durante unos cuatro años atendió el santuario de O Cebreiro y ofreció su ayuda a los peregrinos que pasaban por la entrada del Camino Francés en Galicia, José Quintela Arias, se enfrenta a una solicitud de condena por parte de la Fiscalía de 17 años de prisión en total por presuntamente abusar de una menor de edad y de un joven con discapacidad intelectual y por utilizarla a ella para elaborar material pornográfico.
Además, el ministerio público pide que el religioso no se aproxime a menos de 500 metros ni contacte con las víctimas durante 12 y 3 años, respectivamente, así como que les indemnice con 9.000 y 2.000 euros. Está previsto que el juicio se celebre el próximo 5 de febrero en la Audiencia Provincial de Lugo.
En 2014 el fraile, que entonces pertenecía a la orden franciscana, contactó a través de Facebook con la menor, cuando esta tenía 16 años. Poco a poco se fue ganando su confianza. En septiembre le propuso a la joven que le acompañase a su casa familiar, sita en un pueblo de la provincia de Ourense, para hacer la limpieza.
La chica, con el permiso de sus padres, le acompañó, pero cuando llegó a la casa se encontró con que ya estaba recogido todo. Según el ministerio público, el acusado intentó suscitar la compasión de la menor, diciéndole que se encontraba “muy solo” porque habían fallecido sus padres y no tenía amigos.
Esa noche se metió en la cama en la que dormía la joven, la besó y comenzó a realizarle tocamientos. Cuando ella le pidió que parase, él desistió y se quedó dormido a su lado. Al día siguiente le dio unos 100 euros y regresaron.
El religioso intentó durante dos meses sin éxito contactar con la menor a través de las redes sociales. En noviembre, tras disculparse, la convenció para que le volviese a acompañar a su casa en Ourense. Allí mantuvieron por primera vez relaciones.
EN LA SACRISTÍA. Entre noviembre de 2014 y febrero de 2015 mantuvieron varios encuentros íntimos, que tuvieron como escenario la sacristía de la iglesia de O Cebreiro y presuntamente realizó con su teléfono móvil fotografías a la menor de contenido sexual. El escrito de Fiscalía apunta que le entregó a la joven entre 800 y 900 euros.
El acusado convenció además a la menor para que buscase a otra persona para practicar un trío. Les acompañó entonces un primo de esta, de 20 años, que tiene una discapacidad intelectual.
Los tres viajaron a la casa familiar del fraile en la provincia de Ourense. Esa noche cenaron y bebieron dos botellas de ron. El acusado mantuvo relaciones con la menor y lo intentó con el joven, pero este le pidió que parase, por lo que desistió. Le dio 150 euros.
El religioso, según el escrito de acusación, le propuso “en dos o tres ocasiones” a la menor que volviesen a mantener un trío, pero el primo de ella con discapacidad se negó porque “no le había gustado”.