Los implicados niegan los hechos y dicen que nunca impidieron a la mujer acceder a la parada.
LUGO. Una taxista de A Fonsagrada presentó una denuncia en la Guardia Civil contra dos compañeros de profesión de los que dice estar sufriendo acoso laboral y haber recibido insultos.
Esta particular guerra del taxi que se libra en la capital fonsagradina no se parece en nada a la que hace semanas tuvo lugar en Madrid y Barcelona entre los profesionales del gremio y las VTC, sino que más bien tiene que ver con los derechos de una mujer que, por la mera razón de serlo, se le está, según ella, intentando privar de poder ejercer su profesión en un sector en el que los hombres aún son mayoría.
El punto álgido de este conflicto se vivió el pasado 9 de marzo, cuando la afectada intentó acceder a la parada de la Rúa Rosalía de Castro, pero se encontró con que los compañeros que ya estaban estacionados se negaron a mover sus coches hacia delante para permitirle incorporarse a la fila.
Cuando ella se bajó de su vehículo para recriminarles su actitud, ellos hicieron caso omiso, por lo que optó por fotografiar la situación de los vehículos para presentar una queja ante la Policía Local. Fue en ese momento, según la versión de la mujer, cuando uno de los taxistas se bajó del coche y comenzó a insultarla con frases como “zorra” o “puta, que che pica vai a rascar o cu”, entre otros.
La mujer afirma en la propia denuncia que a raíz de los hechos tuvo que acudir al centro médico por un ataque de ansiedad y ayer confirmó a este diario que desde ese día no se atreve a ir a la parada “por medo”. Afirma, también, que esta situación le está causando importantes perjuicios económicos, al perder parte de su clientela.
Esta taxista explica que lleva ejerciendo en A Fonsagrada desde hace casi tres años y que aunque en este tiempo la relación con los demás compañeros nunca habían sido “estreitas”, estas siempre se habían desarrollado en un clima de “normalidade”.
Esta mujer dice que los problemas más graves comenzaron unas dos o tres semanas antes de los hechos denunciados. En aquel momento vio cómo el taxista que estaba en el primer lugar de la parada indicó a otro cliente que cogiera el taxi que estaba detrás de ella, saltándose así su turno.
REACCIÓN. Los compañeros de profesión de la denunciante niegan por su parte los hechos. Uno de los denunciados dice que es todo falso, “nin houbo insultos nin ninguén lle impediu acceder a ningún sitio”.
Otro compañero de profesión explica que su relación con la taxista denunciante “non é nin boa nin mala. Está na parada cando quere e nunca ninguén lle impediu nada”. Sobre los hechos denunciados, esta misma persona afirma que no sabe lo que pasó, “coñezo a versión das dúas partes, pero non podo opinar do que pasou, porque non estaba alí”.
El alcalde de A Fonsagrada, Argelio Fernández, se limitó a señalar que no existe ninguna normativa municipal que regularice el acceso a la parada, “pero sempre houbo un acordo tácito basado no sentido común e a educación”, valores a los que apeló para solucionar este conflicto.