Siempre de cara, honesta e íntegra. Quienes la conocen hablan así de María Xosefa Ortiz de Galisteo Pérez Nenosola mujer sobre la que, sin pretenderlo, ha recaído la responsabilidad de dar estabilidad al próximo gobierno de A Fonsagrada. Después del seísmo electoral del pasado 26-M, que dejó al actual alcalde en funciones, Argelio Fernández Queipo, al borde del precipicio, las réplicas posteriores provocaron una extraña mezcolanza de sedimentos en la que la veterana concejala del BNG podría aportar el fertilizante necesario para que el PP pueda brotar en el municipio.

Y es que al igual que la naturaleza, la política también es caprichosa y, como sucede con las plantas, todo depende del mimo con el que se rieguen. Desde luego, Argelio Fernández no parece de esas personas a las que les gusta regalar expresiones de cariño. Acostumbrado al “aquí ordeno y mando” y a que los demás “obedezcan sin pedir explicaciones”, su carácter chocó desde los inicios con el de Nenoso, una mujer de la que, quienes la conocen, dicen que no se calla, que dice lo que piensa y que antepone la integridad a cualquier tipo de injusticia.

En su amenaza de facilitar con su abstención un gobierno encabezado por el popular José Luis Regueiro, quienes tratan a Nenoso, que es concejala desde 2007, saben que no se trata de ninguna infidelidad a su ideario o que en su actitud haya algún tipo de ambición personal o política.